La férula de descarga es el tratamiento más frecuente y eficaz del bruxismo (apretar y rechinar los dientes). Se trata de una placa de acrílico y transparente, de un grosor de 2 a 3 milímetros, que se coloca en una de las dos arcadas dentales con el fin de evitar que los dientes de arriba entre en contacto con los de abajo, evitando así el desgaste que se produce al apretar o friccionar unos contra otros, lo que puede causar dolor de mandíbula, de cabeza e incluso en la parte posterior del cuello.
La férula de descarga, además, permite la relajación de los músculos y la colocación de la articulación mandibular en su posición normal. De este modo se lleva a cabo la labor de des-programación de los músculos y que estos se deshabitúen a mantener las posiciones que causan tensión y provocan la acción de apretar los dientes centre sí y que estos rechinen.
No obstante, ello no supone que se lleguen a eliminar estas posiciones inadecuadas de las mandíbulas y las correspondientes respuestas de los músculos.
La utilización de la férula de descarga conlleva la necesidad de acostumbrarse a ella, ya que en los primeros días se produce un exceso de salivación y puede causar alguna dificultad a la hora de hablar.
Cuidados de la férula de descarga
Es necesario que la férula de descarga sea revisada por el dentista de forma periódica en sus revisiones anuales, con el fin de ajustarla o repararla. Además de ello, se deben seguir unas normas para colocarla y retirarla. La colocación debe hacerse con los dedos y después de haberla mojado, y hay que asegurarse de esto se ha realizado correctamente antes de morder sobre ella, ya que de lo contrario puede producirse su rotura o causar heridas en las encías.
Para quitarla hay hacerlo tirando simultáneamente de ambos lados. Luego hay que lavarla con un cepillo y jabón o pasta de dientes y guardarla en un recipiente para ella.
Si no se mantiene la higiene de la férula de descarga, puede empezar a oler mal y a causar un mal sabor de boca. Al menos una vez a la semana es necesario sumergirla en agua en la que se ha disuelto previamente una pastilla limpiadora de prótesis dentales, y dejarla así durante un par de horas. Antes de volver a colocarla, habrá que lavarla convenientemente.
En ocasiones, si se deja de utilizar la férula de descarga durante unos días, se puede producir dolor o molestias al volver a colocarla. En tal caso habrá que consultar con el dentista con el fin de que descarte que se haya producido algún desplazamiento de los dientes o proceda a reajustarla. También hay que acudir al dentista en el caso de que se produzca cualquier tipo de molestia que se mantenga más de dos días.