Los implantes dentales son un tratamiento sencillo pero que requiere una adecuada planificación y una completa explicación. Es posible recuperar la estética y la función correcta de la boca mediante prótesis colocadas sobre implantes, ya sea por la pérdida de una o varias piezas dentales. Sin embargo, para garantizar su éxito se deben conocer y superar algunos mitos sobre ellos. Los expertos de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) ofrecen algunas claves sobre su uso.
No me puedo poner implantes, no tengo suficiente hueso
Esto es muy común oírlo en las clínicas dentales cuando al paciente se le habla de los implantes. Actualmente se puede preparar adecuadamente el hueso para la colocación posterior del implante. Incluso, en pacientes que no tengan suficiente altura o anchura de hueso maxilar, se pueden ya colocar injertos óseos provenientes del mismo paciente o de un banco de huesos, injertos con materiales sintéticos o materiales biológicos. Posteriormente, una vez conseguido el nivel óseo necesario, será posible colocar los implantes.
Los implantes dentales pueden sufrir alergia o rechazo
Los implantes no sufren alergia ni rechazo, el titanio tiene una excelente biocompatibilidad con los tejidos del organismo humano y los toleran sin reacciones alérgicas del sistema inmunitario. Lo que sí puede ocurrir es que no se consiga la osteointegración necesaria para mantener adecuadamente el implante en boca. Esta falta de osteointegración puede deberse a problemas técnicos durante la cirugía por parte del profesional (insuficiente formación, entorno quirúrgico inadecuado…) o a problemas dependientes del paciente (tipo de hueso del paciente y/o existencia de factores de riesgo, como determinadas enfermedades, tabaquismo o mala higiene).
Los implantes dentales son solo para las personas mayores que han perdido sus dientes
Los implantes se pueden colocar cuando el hueso maxilar y mandibular hayan terminado su periodo de crecimiento óseo (a partir de los 18 años aproximadamente). A partir de esos años, no hay limitaciones de edad y cualquier momento es bueno para aquellos pacientes que presenten ausencia de uno o más dientes.
Cualquier dentista puede colocar implantes
El profesional dental que coloca los implantes debe estar muy bien formado y capacitado en implantes y cirugía implantológica. La terapéutica de implantes precisa de grandes conocimientos y de una importante pericia. El profesional que lleve a cabo esta intervención no solo ha de estar bien formado en implantes, sino que debe estar bien preparado para llevar a cabo y evaluar el estudio radiológico de la zona a implantar, y tiene que saber realizar un plan de tratamiento adecuado. Este profesional debe valorar la necesidad de tratamiento periodontal, protésico, rehabilitador, ortodóntico y oclusal, así como conocer y actuar frente a los factores de riesgo que presente el paciente.
La colocación de implantes es un tratamiento largo y doloroso
La colocación del implante se realiza con anestesia local como cualquier otro tratamiento dental, por lo que no es una intervención dolorosa. El postoperatorio, en general es poco molesto si se siguen las recomendaciones del cirujano. La colocación del implante es rápida aunque, si simultáneamente se requieren técnicas de aumento de hueso, se alarga el tiempo intraquirúrgico y las molestias postoperatorias. una vez colocado el implante generalmente se debe esperar unos meses para su oseointegración y para la colocación de los dientes o coronas definitivas. Durante este tiempo se pueden utilizar prótesis provisionales. En zonas estéticas, y siempre que se cumplan unos requisitos especiales, se puede colocar la corona provisional el mismo día que el implante.
Los implantes son para siempre y duran toda la vida
Si no se cuidan correctamente, los implantes pueden durar menos de lo previsto. El paciente debe cuidar su boca en general, dientes e implantes, mediante una excelente higiene oral, combinado con visitas periódicas de control y mantenimiento (cada 4-6 meses). Los implantes pueden sufrir inflamaciones (mucositis) o infecciones (periimplantitis) si no se controlan correctamente los factores de riesgo; entre ellos: la correcta higiene bucal, el tabaco y la enfermedad periodontal en los dientes del paciente. Los implantes dentales, bien cuidados, pueden durar toda la vida o, por lo menos, pueden extender su vida media útil durante muchísimos años.
Los implantes no se tienen que cuidar
Una vez colocados los implantes, se han de cuidar igual que cuidamos los dientes. Como nuestros dientes, un implante precisa de una correcta higiene bucodental para evitar enfermedades como la mucositis o periimplantitis. Muchas personas creen que si se extraen todos los dientes y se colocan implantes «se acaban todo los problemas». Además, se suele considerar que los implantes, al ser de materiales tales como el titanio, no está expuestos a infecciones y no tienen el riesgo de deteriorarse y perder funcionalidad. Pero eso no es cierto, ya que los implantes, al igual que los dientes, precisan de controles e higiene profesional periódicos, siendo imprescindible una excelente higiene bucal para mantenerlos sanos y libres de infección.