Las caries son uno de los problemas dentales más frecuentes. La OMS estima que, a nivel mundial, entre el 80-90% de los escolares tiene caries.
Las caries son una patología multifactorial producida por determinadas bacterias que viven en nuestra boca, principalmente de la familia del streptococcus mutans. Éstas se asocian entre ellas, aprovechando los restos de comida que se quedan en nuestra boca y se comen dichos restos. El resultado de esa digestión es que, segregan unos ácidos, ese ácido penetra en el esmalte de nuestro diente y lo va debilitando; comienza por un agujerito muy pequeño que va penetrando comiéndose los tejidos del dientes, primero el esmalte y después la dentina hasta llegar al nervio.
Generalmente solemos acudir al dentista cuando ya tenemos dolor, pero es muy importante dejar claro que las caries comienza antes de que haya dolor.
Es conveniente que sepamos detectar distintas formas de aviso que suelen darnos las caries: sensibilidad al dulce, al frío, al calor…. Ante esas primeras señales hay que plantearse la visita al especialista y no esperar a que el dolor esté instaurado ya que en ese momento probablemente ya sea demasiado tarde; aparte de tener que arreglar esa caries con empaste quizás haya que recurrir a tratamientos más costosos como la endodoncia.
Por lo tanto, es necesario que desde edades tempranas (2, 3 años) los padres comiencen a educar en la higiene bucodental a sus hijos, dando ejemplo de cepillado, como mínimo 2 veces al día, aunque lo recomendable son 3 veces al día.
Si ya tenemos la caries, habrá que tratarla ¿cómo? De entrada con un empaste, hay que hacer una pequeña cavidad, limpiar todo el tejido enfermo para posteriormente rellenarlo con un material de relleno; el composite.
No olvidemos que las caries pueden contagiarse de un diente a otro, son bacterias, una de las 400 familias que residen en la boca, si atacan un diente y no lo tratamos irá pasando al siguiente hasta atacar a todos.
El intercambiar besos con tu pareja, dar de comer de tu cuchara a tus hijos, limpiar el chupete con nuestra boca, también son vehículos de contagio de la caries ¿por qué? porque a través de la saliva facilitamos el intercambio de bacterias que producen caries.
Para evitar las caries no olvides cepillarte tres veces al día, usar pastas dentífricas y colutorios con flúor y seguir una dieta rica en frutas y verduras y baja en carbohidratos.