Una limpieza dental profesional es uno de los tratamientos preventivos más sencillos y rápidos que se realizan en el dentista. Tiene como objetivo eliminar el sarro que se adhiere en nuestros dientes. El sarro aparece como resultado de la persistencia de placa bacteriana en nuestros dientes que reacciona con la saliva calificándose. En el momento que se forma el sarro, este tiene una consistencia similar a la piedra y está muy pegado a la superficie del diente, por lo que necesitaremos ayuda profesional para su remoción.
¿En qué consiste una limpieza dental?
Gracias a los avances en el ámbito de la odontología, en la actualidad disponemos de herramientas, recursos y conocimientos para que el dentista o higienista dental, puedan llevar acabo una limpieza dental de forma sencilla y rápida. Se pueden distinguir los siguientes pasos:
Remoción del sarro
El tratamiento consiste en pasar una herramienta especialmente diseñada para no dañar el esmalte sobre la superficie de los dientes. Esta herramienta emite una frecuencia de ultrasonidos que hace vibrar al diente y al sarro de forma distinta, lo que produce que se despegue el sarro de forma rápida e indolora.
Pulir el esmalte
Tras la completa eliminación del sarro, usualmente el higienista pasará a pulir la superficie del diente, para eliminar cualquier rugosidad o porosidad que pudiera facilitar el cúmulo de bacterias. Para ello utilizará una pasta dentífrica de uso profesional, que tiene propiedades más abrasivas y está destinada a este tratamiento. También existen pistolas de bicarbonato, basadas en la proyección del material abrasivo sobre el diente. Al pulir también desaparecen manchas existentes en el esmalte.
Completar la limpieza dental profesional
Dependiendo de las necesidades de cada persona, este proceso se puede completar con la aplicación de geles de flúor y recomendaciones profesionales personalizadas. Nos darán consejos para que nuestra limpieza habitual sea más eficiente. Nos pueden informar sobre que técnica de cepillado es la mejor según nuestras características, si debemos usar enjuagues o si es más conveniente el hilo dental o los cepillos interdentales.
¿Con qué frecuencia debo hacerme una limpieza dental?
Generalmente se recomienda realizarse una limpieza dental cada seis meses. Pero existen multitud de factores que pueden influir en la frecuencia con la que es recomendado el tratamiento. Por ello es mejor dejarnos aconsejar de forma personalizada por nuestro profesional de la odontología.
Las limpiezas dentales deben su importancia a su poder de prevención. Mantener nuestra boca limpia y libre de bacterias nos aleja de enfermedades que afectan a las encías como la gingivitis o enfermedades que afectan a todo el tejido que da soporte al diente como la periodontitis. En algunos casos su resultado estético puede ser también notable, ya que el sarro suele teñirse de color oscuro por el consumo de café o vino tinto.